miércoles, 7 de septiembre de 2011

Condenen a mis manos


Como si mis manos supieran,
como si tuvieran vida,
como si conocieran el secreto de tu belleza,
dibujan caminos en tus formas precisas.

Se impregnan de ti,
se fusionan en ti,
se alzan despacio y luego descienden lentamente
sobre tus valles y acantilados,
exquisitos, perfumados.

Saben con certeza,
qué senderos de tu cuerpo recorrer,
para allanar tu hermosa piel,
para adueñarse de tu alma y vida,
para expandir sus dominios otro día.

Las pillas manos mías,
merecen el castigo más severo, me roban cada hora,
me quitan cada instante,
parte de mi amor,
parte de mi vida.


Demian.