El beso
Siempre tan bella,
tu beso tan húmedo y tu sonrisa tan cautivante,
colgada del cuello
como si fueras a morir de amor.
¡Tanto rocío en tu boca!,
¡la eterna primavera!.
Mis brazos de arcos te empuñan como flecha a mi cuerpo,
y presa de mi corazón,
se funde tu pecho junto al mío.
Las cosas dulces permanecen,
las empujan los sueños,
y un mudo suspiro,
avivará la flama que he de beber, lentamente,
del cáliz de tu boca.
Demian