martes, 19 de marzo de 2013

Llevaba la cuenta de besos en mi sangre




La indiferente soledad no ha borrado
el rastro de sangre en mis besos,
otro pétalo en el lecho de mis venas,
otra boca roja en las tinieblas.

Llevaba la cuenta de besos en mi sangre,
llevaba conmigo cada una de tus notas,
como monedas en manos de un mendigo,
salpicada por el brillo pardo del otoño.

Llevaba la cuenta de besos en mi sangre,
uno a uno guardé solemne en mis entrañas,
como el Harpagón de tu amor,
atesoré todas tus caricias.

Hoy me volveré a ti,
esa mueca bonita se marcará en tu cara,
y como si fuera a explotar,
como si fuera a sucumbir,
a borbotones brotarán todos esos besos. 

Y por ti,
llevaré un nueva cuenta de besos en mi sangre.

Demian.