miércoles, 19 de diciembre de 2012

Riddle



Una alondra canta tu nombre,
y por entre las ruinas
hace eco tu R.
R de "Riddle",
charada del destino,
misterioso enigma de tu anhelo.

No permanezcas abrazada
en las tinieblas de la oscuridad
las sombras engañan.

Tu que no recuerdas
el paso de otro mundo,
angustiada de tanto fango,
te digo

Evocando cariño se ahoga el dolor,
que una herida es valle
y como discurren las aguas a la mar, 
discurren también los sueños de amor inmortal.

Demian

martes, 4 de diciembre de 2012

Contigo allí



Las horas curiosas,
las sonrisas,
el eterno estío,
y a media siesta,
la captura de un gallinero.

Verne y Asimov.

Ciruelas,
rutas de veredas,
dos ruedas,
y un balón.

Limones,
agua, gritos,
un perro, 
metegol,
la abuela y el zaguán.

Sol,
escarcha,
y un huracán de hazañas.

Deprisa que llaman.

Yo niño,
tu niña,
juntos en el País del Oro
y no volver.

Demian

miércoles, 14 de noviembre de 2012

El rayo de tus ojos bellos





Ángel dulce, el dulce nombre en tu boca,
cuya palabra es flor.
Flor y corazón,
mi flor, alma feliz,
rayo de tus ojos bellos,
ámbar y néctar vivo.

Frágil y luminoso,
abrazado a la sombra joven,
contemplando los días felices,
sabes de mis deseos sin número;
rayo de tus ojos bellos,
ámbar y néctar vivo.

Cuando llega la hora;
cuando, sonriendo a mi ternura,
apoyando mi frente en tu hombro,
como perfume de flor;
entonces es cuando digo:

"Este rayo de tus ojos bellos
ámbar y néctar vivo,
abrirá nuevamente el cielo".

Demian

jueves, 1 de noviembre de 2012

Amor, divino vagabundo


Amor, divino vagabundo, deslizándose entre las almas,
al verlo en tus ojos, reconozco las llamas.
Luces que arden en el aire,
merodeando en tu cuerpo desnudo, 
intangible.
Beso tu carne, tus marcas,
delincuente lleno de tu rayo extraviado.

No escatima en lágrimas,
todo es amor, 
amor armado,
rey y amo,
amor de sombras.

Ve donde cantará el tiempo,
sigue volando,
ve donde aquellos días,
vaga, escurrete, 
ama.

Demian

domingo, 21 de octubre de 2012

A Milena



Para ti Milena,
que observas en silencio con ojos prestados,
detrás de paredes frías y pisos de madera,
entre informes y rostros indefinidos,
en un edificio, que de oscura impronta tortura sádicamente mis víceras.

Para ti Milena.

El castillo, que brevemente, otrora soñamos, 
bruma delicada que veo mirando atrás,
surge como efigie sin tiempo,
abrazando de toda candidez el presente.

La metamorfosis de tu ser,
violenta realidad,
tomo como propia y me adueño de ella,
porque he transitado ese camino lleno de zarzas y espinas,
que la oscuridad de la noche recrudece.

El proceso me lleva a pensar,
que tu fantasma de lirios se paseaba junto a mi soledad
como esperando que te rescate de tu lecho de Ofelia,
de la prisión de tus pensamientos,
y la desesperanza de ignorar, qué deberías Ser para no perecer.

Por eso Milena,
cuando tus horas pasen lentas,
cuando tu voz cansina murmure bocetos de recuerdos,
y tu piel ajada se cubra de gotitas de chocolate;
qué rostro se dibujará al cerrar tus ojos,
la memoria de qué amor te hará suspirar,
quién de tanto amor sincero comprenderá tus búsquedas.

Milena,
amo la morada que tus ojos alberga,
amo el capricho aventurado de tu persona,
amo tus pechos adolescentes.

Milena,
amo tus pies.

Demian

miércoles, 10 de octubre de 2012

El perfume de una flor en invierno



Un pensamiento se hizo eco en las cavernas de mi mente.
¿Dónde han ido todas las flores?.
Se han hundido en un suelo congelado.

Estuve allí en un campo estéril, vacío,
yo, viajero humilde,
que vaga bajo las estrellas, 
buscando una flor.

Flores que sueño y evoco,
bocas rojas de amor,
llenas de rocío,
flores ciegas de muerte,
que busco a través de la noche.

Me duele el corazón,
no tengo mi flor,
sólo viejos recuerdos, 
viejas sombras y llueve.

Pérfido perfume de flor en invierno,
trágico y oscuro.

Demian.

viernes, 5 de octubre de 2012

El beso


Siempre tan bella,
tu beso tan húmedo y tu sonrisa tan cautivante,
colgada del cuello
como si fueras a morir de amor.

¡Tanto rocío en tu boca!,
¡la eterna primavera!.
Mis brazos de arcos te empuñan como flecha a mi cuerpo,
y presa de mi corazón,
se funde tu pecho junto al mío.

Las cosas dulces permanecen,
las empujan los sueños,
y un mudo suspiro,
avivará la flama que he de beber, lentamente,
del cáliz de tu boca.

Demian

martes, 25 de septiembre de 2012

Paraíso




Quien abre los ojos en el Paraíso,
mira a través de las huertas, las glorietas, las arboledas,
las caricias cálidas de sol, 
una gotita de rocío transitando ligero un pétalo de rosas,
el aroma dulce del aire cargado de vida.

Pero no todos pueden recibir ese laurél; 
para algunos la suerte decide y adjudica demasiado premio,
el resto permanece anónimo, dormido toda la vida.

Mientras llegan ecos de Artemisa desde occidente,
Penélope, teje y teje un infinito sudario,
que estire la ausencia de su amado hasta el fin de los tiempos.

La desesperanza no llena cualquier mente; 
unos pocos son héroes en la Tierra; 
algunos son grandes aquí y en el Cielo; 
pero sólo uno triunfa en el Edén.

"Hasta ahora es feliz mi corazón:
oigo este canto, veo una flor
quiero fundar toda mi gloria."

Demian.



domingo, 16 de septiembre de 2012

Te miro



Te miro
como la naturaleza declara,
con amor,
que me cobija en su sombra,
refugiando mis manos
desde el calor del mediodía.

Notas de un murmullo suave
reconcilian mi voz con esa diosa
en el fondo de mi corazón.

Te miro
en primer plano,
como viendo una misteriosa mariposa negra
que agita sus intrépidas alas
en un rapto de nuestro instante compartido,
sintiendo el pulso de vida
en cada latido de nuestro aliento.

Te miro
porque tu amor es evidente,
porque tu añoranza es la mía,
Te miro
porque la danza de tus criaturas me conmueve,
y la silueta que dibujas en tu memoria
no me es indiferente.

Demian.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Aprovecha el día, la hora de la noche es negra




La tarde me conduce a un recodo de mi imaginación,
a descubrir la inexacta idea de un consuelo,
dentro de los límites de la estela nebulosa de los sueños.

Tras una ventanilla corre el mundo,
va un árbol ligero a encontrarse con el tiempo que he dejado,
y cuando sospecho que todavía falta,
que adelante tengo un sinfín de sombras,
allí, justamente allí, esta Abraxas,
colapsando todo eco de inteligencia.

El bien que me toma y lleva a tus letras,
el mal que me confunde e invade toda realidad.

Desde un rincón de mi memoria,
ascienden fugaces las imágenes de un amor.
Amor que ya no está,
desaparecido,
desvanecido,
como se desvanecen los sueños al despertar.

Le inquieta que su amor la extrañe;
iracunda criatura que exfolia en jirones su delicada figura,
haz de saber que puro es el hombre que de todo coraje en el amor,
recoge una flor al borde de un abismo.

Ya llega la noche niña,
y esas lágrimas que corren por tus mejillas,
son todo un mar de perlas.

Hoy, por ellas,
volveremos a suspirar.

Demian.

sábado, 1 de septiembre de 2012

He conocido el cielo




He conocido el cielo,
he visto como el ámbar de tus ojos reflejaba mi gloria,
he visto tus manos dibujar en el éter,
círculos mágicos de frases solemnes.

He caminado sereno junto a tu sombra,
acariciando tu luminoso trazo de luz,
acompañando tus suaves y firmes pasos
aferrado seguro a tu cintura.

He enmarcado sincero sobre tu nombre
cientos de miles de quimeras,
inmaculados versos, ilusiones,
y algunos sonetos anodinos.

He también languidecido,
extraviado a veces entre lo mundano y trivial,
como una hormiguita que desvía su curso marcial,
de pronto pierde su carga, su norte,
y abandonada en su cosmos, ya sin retorno,
vaga ausente y solitaria hasta el final.

Pero he sido siempre lo que soy,
tu amante más sincero,
tu más honesto tesoro de rotunda verdad,
hacedor de tu más pura efigie de amor.

Ahora que ya tus manos no dibujan en el éter,
que ya no veo mi gloria en tus ojos,
que ni siquiera un pedacito de tu sombra puedo escoltar,
y mi trova no alcanza a modelar tu nombre,
ahora se dónde estoy.

He conocido el cielo,
cielo, que me ha dejado de cobijar.

Demian.

domingo, 26 de agosto de 2012

Si alguna vez te pierdo




Y me senté en aquel sitio,
dónde aún vive el amor;
ahí estaban, envuelto en sombras de recuerdos,
tus ojos de topacio imperial,
tu sonrisa sincera,
y tus preciosas manos girando en el espacio.

Se escuchaban los mismos trinos,
el murmurar anónimo de ese mundo ajeno,
que no alcanzaba a sofocar,
el dulce encanto de un retoño de sueños.

Era la misma brisa,
el mismo aroma del día,
la misma tierra,
y hasta el mismo cielo turbado de tanta ternura.

Esperé llegar de nuevo a aquel momento;
pensé que quizás mi cuerpo,
mi semblante de amor sincero,
que las notas de una canción para dormir,
trajeran aquellos instantes de gloria.

Quería confundirme en el tiempo,
espantar los fantasmas,
aturdir pensamientos atroces,
y besar esos átomos persistentes de aquel amor.

...

Pero no llegaron,
nunca llegaron esos instantes,
los indómitos momentos del pasado,
que andarán errantes ya, en alguna estrella.

Y pasó un ángel,
ángel de la eterna mirada triste,
soplo de vida que evapora el ansia,
ángel, con el que caminando creí escuchar aquellos versos:

"Si alguna vez te pierdo..."

Demian

sábado, 11 de agosto de 2012

Los hijos rebeldes de la imaginación


Grises cielos alojan densas gotitas de valor en los días,
que pasan extraños, melancolicos y desesperados,

mientras la tormenta sediciosa, apasionada, de caprichoso destino,
fecunda nuevos sueños en los tenebrosos confines del pensamiento.

Y esos yermos territorios a veces visitados por la angustia,
transitados por la locura y el desorden cautivante de las ilusiones,
van siendo descubiertos por la indescifrable caricia de un lejano dulzor.

Son las fantasías del alma inquieta,
transeúntes de la imaginación,
la inescrutable presencia que apremia el canto,
fiebre augusta que aviva un tizón de pasión antes extinto.

¡Que me lleve!,
dejaré como siempre que me lleve,
a recorrer senderos mágicos de candida lucidez,
de perturbadores momentos.

¡Dejaré que me lleve!,
pues así encontraré que la realidad de los sueños,
se vive soñando,
confinado en los brotes fértiles de la esperanza,
y en los prolíficos hijos rebeldes de la imaginación.

Demian.

lunes, 4 de junio de 2012

La restauración




Sin pincel
y la vida como lienzo,
en parques,
de curvas
que se estiran con paisajes otoñales.


En la cama,
de tejidos blandos,
recostados, 
allí mismo, con el rojo
de tus besos en mis labios
me dabas vida.


Y tonos pastel,
melancólicos,
fundidos sobre mi,
contemplando mi ausencia,
mi desconocido castigo,
lentamente amontonaban años y reproches. 


Agrietado el lienzo,
descolorido por el tiempo,
y la ignorancia impúdica de mi ausencia,
el pulso intácto de mis augustos sueños,
sueñan una vez más...


las curvas que proyectan tus manos,
la luz que pinta tu sonrisa
y el rojo de vida de tus besos.


Demian

viernes, 1 de junio de 2012

Mi camino




Una noche fresca siento como que mis pies vienen devanando kilómetros, 
me voy. 
Sin pensamientos, sin una meta,
sin embargo, sé de mis pasos. 
De cualquier manera estoy tratando, 
en mi mente, sólo un deseo interior impulsará estos momentos. 

Yendo más lejos, 
la razón está gritando, 
el corazón no escucha,
me voy. 

Mi alma se confunde con el paisaje urbano, 
me pienso en un beso, en una caricia.
El sentimiento sublime de estar fuera de sí, 
cuando uno no se cuestiona nada, crece. 

Acabo por entender el significado de este momento, 
es realmente, 
caminar,
me voy.

Así, como si un rayo de luz brillara sobre mí, 
me conduce a un paisaje diferente. 

Un valle es el comienzo, 
pequeñas flores silvestres cubriendo un campo verde, 
subitamente sustituidos por pastizales y bosques de pino y encino,
e inmerso en este paisaje,
el reconocimiento de mi alma, 
cae sobre mí.  

Voy a una montaña, 
me lleva el alma. 
A sus pies, 
se ve fuerte y majestuosa
hasta en los más mínimos detalles, 
estoy flotando. 

Poco a poco asciendo, 
alcanzo el punto más alto.
Me detengo. 

Ahora.
El abismo,
y las montañas, 
la exuberante vegetación, 
un paisaje idílico. 

Y en el extremo de mi travesía,
el obelisco.
Entonces,
regreso.


Demian.

jueves, 31 de mayo de 2012

El sendero




He estado sentado aquí,
y por el sonido
trató de dirigir la mirada
en imágenes,
pero lo que veo
es su hermoso rostro
esa sonrisa irónica
de mi desaliento y fracaso.

Sin olvido, 
sin pereza,
sin saberme aún extinguido.

Sólo aventuro
rodar mi misión
de encontrar un sendero 
de regreso a sus caricias.


Demian.

sábado, 26 de mayo de 2012

Canción para dormir.






Si alguna vez te pierdo
¿podrás dormir sin que
cual copa de un tilo
me pierda, susurrando, sobre ti?


¿Sin que yo vele aquí
y ponga, como párpados,
palabras en tus pechos,
tus miembros y mi boca?


¿Sin que yo aquí te encierre
y a tí sola con lo tuyo te deje
como un huerto colmado
de melisa y de anís?

Rainer María Rilke