sábado, 11 de agosto de 2012

Los hijos rebeldes de la imaginación


Grises cielos alojan densas gotitas de valor en los días,
que pasan extraños, melancolicos y desesperados,

mientras la tormenta sediciosa, apasionada, de caprichoso destino,
fecunda nuevos sueños en los tenebrosos confines del pensamiento.

Y esos yermos territorios a veces visitados por la angustia,
transitados por la locura y el desorden cautivante de las ilusiones,
van siendo descubiertos por la indescifrable caricia de un lejano dulzor.

Son las fantasías del alma inquieta,
transeúntes de la imaginación,
la inescrutable presencia que apremia el canto,
fiebre augusta que aviva un tizón de pasión antes extinto.

¡Que me lleve!,
dejaré como siempre que me lleve,
a recorrer senderos mágicos de candida lucidez,
de perturbadores momentos.

¡Dejaré que me lleve!,
pues así encontraré que la realidad de los sueños,
se vive soñando,
confinado en los brotes fértiles de la esperanza,
y en los prolíficos hijos rebeldes de la imaginación.

Demian.